En 2009 acabé magisterio de Educación Primaria en la Universidad de León, y seguidamente empecé Psicopedagogía en la UNED. Pasados dos años oposité en Castilla y León, esfuerzo que me llevó a tener una plaza en Ciudad Rodrigo, mi primer destino.
Un año increíble, del que guardo muchos recuerdos, de mis compañeros, de sus gentes, pero sobre todo de mis niños, a los que siempre tengo en mente. Unos peques a los que intenté enseñar poniendo en práctica todo lo que conocía, y de los que aprendí un montón, una de las mejores cosas de esta profesión, las cosas imborrables que te ayudan a seguir creciendo.
Al año siguiente trabajé con muchachitos de instituto en el programa PROA en dos institutos de Ponferrada, un salto muy diferente y en el que aprendí mucho profesionalmente. Niños rebeldes, desmotivados, desaventajados, pero con un corazón gigante, y a los que si se sigue arañando poco a poco serán capaces de lograr mucho. Ese mismo año finalicé Psicopedagogía, empezando seguidamente Psicología.
En el año 2013 para seguir con la variedad, trabajo en el CRA Abadengo, en el centro de Hinojosa de Duero. Cuando me dijeron mi destino jamás había oido hablar de esta zona, pero estoy segura de que nunca la voy a olvidar. La cercanía de su gente, el compañerismo verdadero, y la ilusión de mis niños por cada cosa nueva, su cariño, hacen que cada día entre en clase con una sonrisa, que no sea un trabajo estar entre pupitres.
En este momento me encuentro en una nueva andadura por tierras bercianas, y el CRA Alborada ha hecho una gran entrada, aportando profesionalidad, dedicación de todos los compañeros, y un montón de sueños procedentes de cabezas chiquititas pero con aspiraciones muy grandes. Es momento de poner andamios para que todos ellos lleguen a sostenerse y mejorar el mundo que nos rodea.
Un año increíble, del que guardo muchos recuerdos, de mis compañeros, de sus gentes, pero sobre todo de mis niños, a los que siempre tengo en mente. Unos peques a los que intenté enseñar poniendo en práctica todo lo que conocía, y de los que aprendí un montón, una de las mejores cosas de esta profesión, las cosas imborrables que te ayudan a seguir creciendo.
Al año siguiente trabajé con muchachitos de instituto en el programa PROA en dos institutos de Ponferrada, un salto muy diferente y en el que aprendí mucho profesionalmente. Niños rebeldes, desmotivados, desaventajados, pero con un corazón gigante, y a los que si se sigue arañando poco a poco serán capaces de lograr mucho. Ese mismo año finalicé Psicopedagogía, empezando seguidamente Psicología.
En el año 2013 para seguir con la variedad, trabajo en el CRA Abadengo, en el centro de Hinojosa de Duero. Cuando me dijeron mi destino jamás había oido hablar de esta zona, pero estoy segura de que nunca la voy a olvidar. La cercanía de su gente, el compañerismo verdadero, y la ilusión de mis niños por cada cosa nueva, su cariño, hacen que cada día entre en clase con una sonrisa, que no sea un trabajo estar entre pupitres.
En este momento me encuentro en una nueva andadura por tierras bercianas, y el CRA Alborada ha hecho una gran entrada, aportando profesionalidad, dedicación de todos los compañeros, y un montón de sueños procedentes de cabezas chiquititas pero con aspiraciones muy grandes. Es momento de poner andamios para que todos ellos lleguen a sostenerse y mejorar el mundo que nos rodea.